La cocina tradicional noruega se basa en las materias primas del entorno de las costas y los bosques: pescado y carne de caza, con una importancia especial de las salazones y conservas, que eran básicas para las temporadas más duras del invierno, en las que acceder a alimentos era mucho más complicado. Por encima de todos ellos está uno de los productos nacionales más emblemático: el salmón ahumado noruego.
Los noruegos preparan el pescado de muchas maneras diferentes, y no os podéis perder, además del salmón ahumado, el Torrfisk a base de skrei (un bacalao de las Islas Lofoten) y el Rakfisk, un pescado fermentado que se sirve crudo. Y como os comentábamos en el artículo sobre el muelle de Bryggen, el Mercado del Pescado de Bergen es uno de los lugares más típicos de la ciudad.
La carne se suele servir estofada, asada, curada o en embutido, a menudo acompañada de salsas y sabores agrios o dulces. El Fårikål, a base de cordero y repollo que suele servirse con patatas cocidas, es uno de los platos nacionales. No podéis dejar de probar el Kjøttkaker, a base de albóndigas de ternera, y los más osados podéis atreveros con el Smalahove, una cabeza de cordero que se come completa.
Y por supuesto, obligatorio probar el Aquavit, la bebida nacional noruega, un licor a base de hierbas y patata con unos 40º de contenido alcoholico.